UN
ESTUDIO CONFIRMA EL VÍNCULO ENTRE COMIDA RÁPIDA Y DEPRESIÓN.
El consumo de bollería
industrial (magdalenas, cruasanes, rosquillas y similares) y comida rápida
(hamburguesas, salchichas y pizza) ha sido relacionado con el diagnóstico
médico de la depresión
a partir de los resultados arrojados por una investigación reciente, liderada
por científicos de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria y de la Universidad de Navarra.
Estos resultados, revelan
que los consumidores de comida rápida presentan, respecto a aquellos con un
consumo mínimo o nulo de este tipo de alimentos, un incremento del 51% en el
riesgo de desarrollar depresión.
Además, en el
transcurso del estudio se observó que cuanta
más comida rápida se consume, mayor es el riesgo de depresión.
El trabajo expone que
los participantes con mayor ingesta de comida rápida y bollería industrial son
más propensos a estar solteros, ser menos activos y a tener un patrón dietético
peor, con un consumo menor de fruta, frutos secos, pescado, verduras y aceite
de oliva. Fumar y trabajar más de 45 horas semanales son otras de las
características prevalentes en este grupo.
Características de la
investigación.
Con respecto al consumo de bollería, los datos son
igualmente concluyentes. En este caso, “incluso pequeños consumos se asocian
con un riesgo significativamente mayor de desarrollar depresión”, apunta la
investigadora de la universidad canaria.
La muestra del estudio, perteneciente al proyecto Seguimiento Universidad de Navarra, estuvo constituida por 8.964 individuos que nunca habían sido diagnosticados de depresión ni habían referido consumo de antidepresivos.
Estas personas fueron evaluadas durante una media de seis años, periodo en el que 493 de ellas fueron diagnosticadas de depresión o comenzaron a tomar antidepresivos.
La muestra del estudio, perteneciente al proyecto Seguimiento Universidad de Navarra, estuvo constituida por 8.964 individuos que nunca habían sido diagnosticados de depresión ni habían referido consumo de antidepresivos.
Estas personas fueron evaluadas durante una media de seis años, periodo en el que 493 de ellas fueron diagnosticadas de depresión o comenzaron a tomar antidepresivos.
Aunque son necesarios
más estudios, debería controlarse el consumo de este tipo de alimentos debido a
su implicación en la salud tanto física (obesidad, enfermedad cardiovascular,
etc) como mental.
Los
beneficios de la dieta en la salud mental
La depresión afecta a 121 millones de personas en el mundo, lo que la convierte en una de las principales causas globales de discapacidad ajustada por años de vida y la principal causa en países con ingresos altos y medios.
Sin embargo, poco se conoce sobre el papel de la dieta en el desarrollo de los trastornos depresivos. Anteriores estudios sugieren un papel preventivo de ciertos nutrientes, como las vitaminas del grupo B, los ácidos grasos omega-3 y el aceite de oliva. Asimismo, un patrón dietético saludable, como la dieta mediterránea, se ha relacionado con un menor riesgo de depresión.
La depresión afecta a 121 millones de personas en el mundo, lo que la convierte en una de las principales causas globales de discapacidad ajustada por años de vida y la principal causa en países con ingresos altos y medios.
Sin embargo, poco se conoce sobre el papel de la dieta en el desarrollo de los trastornos depresivos. Anteriores estudios sugieren un papel preventivo de ciertos nutrientes, como las vitaminas del grupo B, los ácidos grasos omega-3 y el aceite de oliva. Asimismo, un patrón dietético saludable, como la dieta mediterránea, se ha relacionado con un menor riesgo de depresión.
Fdo: Cristina Martínez
No hay comentarios:
Publicar un comentario