Lunes 16/04/2012 08:17 horas.
(Pedro Pique, junto al
cirujano plástico José Luis Fernández-Cañamaque.)
- El
Hospital de Getafe tiene en marcha un ensayo con células madre
- También
han desarrollado piel humana a partir de cultivos celulares
- Esperan
iniciar otro ensayo con células madre y factores de crecimiento
A Pedro Piqué, de 39 años, y a su mujer María Luz Moreno se les ve muy
animados y esperanzados pese a las duras circunstancias que atraviesan. El
pasado 25 de febrero, durante la celebración del carnaval en Madridejos
(Toledo) a Pedro le explotó una botella de oxígeno.
"No sé que pudo pasar, todos los años la utilizo para lanzar papillote
durante la celebración que organiza la Asociación de Padres y Alumnos del
colegio de mis hijos. Sé que había chicos con petardos. El caso es que estaba
metido en la carroza y, de repente, una gran explosión. Me quedé,
literalmente, en calzoncillos", relata.
Desde ese día hasta hace apenas tres semanas ha permanecido sedado y con
analgesia en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de
Getafe de Madrid, a la que llegó en el helicóptero. Ahora comparte planta con
otros pacientes en la Unidad de Cirugía Plástica que forma parte de la Unidad
de Grandes Quemados, referente en España y donde se atienden entre 80 y 100
nuevos casos cada año.
El incidente abrasó un 43% de la superficie de su cuerpo,
fundamentalmente extremidades, espalda y, un poco, en la cara. Ya ha sido
intervenido en tres ocasiones y evoluciona favorablemente: basta con observar
el buen estado de los injertos de sus brazos. Mientras los muestra, realiza
movimientos de rehabilitación con la mano derecha, afectada también en la
explosión.
Un caso especial
Pero su caso tiene unas connotaciones distintas, especiales, a las del
resto de grandes quemados. Porque él ha dado su consentimiento para participar
en un ensayo clínico que se lleva a cabo con células madre para una mejor
recuperación de las áreas tratadas. "Me lo comentaron y decidí aceptar.
Puede ser bueno para mí, pero sobre todo permite avanzar en los tratamiento y,
de llegar a demostrar su utilidad, algo que se sabrá por los resultados de
trabajos como éste, podrá ayudar a todos aquellos afectados que vengan después
de mi", asevera.
Miguel Casares, responsable del Banco de Tejidos y Coordinador de
Trasplantes del Hospital de Getafe, aclara que en las últimas décadas se han
producido grandes avances que han permitido reducir la mortalidad, hasta en
un 60%, de los grandes quemados. Por este término, y según José Luis
Fernández-Cañamaque, cirujano plástico y uno de los responsables de la Unidad
de Quemados, se entiende "a aquellos pacientes con una importante
superficie quemada (20%), con heridas profundas o que han sufrido daño
pulmonar. Su gravedad y evolución depende también de las patologías que tengan
previamente, de la edad, de si la quemadura es eléctrica o por llama, entre
otros factores".
Hoy sobreviven más afectados que hace un par de décadas,
entre otros motivos "por la creación de Unidades de Grandes Quemados donde
se les realiza un tratamiento integral", explica Casares. Pero, también,
gracias a los avances producidos en el tratamiento de las quemaduras. "Con
los injertos de piel de cadáver temporales conseguimos la cicatrización de la
herida producida por la quemadura, una técnica vital para la
supervivencia y posterior rehabilitación de los grandes quemados. Pero la
cicatriz genera, también, problemas de retracciones, pérdida de movilidad o
alteraciones estéticas y por eso hay que conseguir regenerar los tejidos y la
piel perdida más que sustituirlos por una cicatriz", insiste.
Primer proyecto
Con este reto, este experto y su grupo tienen varios proyectos de
investigación en marcha que parecen prometedores, aunque habrá que esperar a
los resultados que aporten los ensayos. Uno de ellos, en el que participa Pedro
Piqué, acaba de iniciarse de la mano del doctor Casares y de
Fernández-Cañamaque. "Se trata de un estudio doble ciego y hay que relizar
una valoración a largo plazo, ya estamos viendo resultados esperanzadores que
podrían suponer una revolución en el tratamiento de estos
pacientes".
A los enfermos como a Paco se les debe atender de forma rápida y
coordinada. "Tras analizar su situación global se elabora un plan
terapéutico. La pérdida de agua, y la subsiguiente deshidratación, es una de
las primeras consecuencias de las quemaduras, junto con la bajada drástica de
la temperatura corporal. A ambas hay que hacerles frente desde el primer
momento del ingreso. Posteriormente se inicia la práctica de escarotomías
(tratamiento quirúrgico de las lesiones) y la adminstración de antibióticos
bien de aplicación tópica o por vía oral, cuando se juzgue necesario",
recuerda el doctor Fernández-Cañamaque.
El paso siguiente, y a poder ser dentro de las primeras 48-72 horas
posteriores al incidente para evitar que el tejido muerto cause infecciones,
los cirujanos empiezan "a desbridar y cubrir la superficie afectada con
injertos, ya sean del propio paciente, de piel cultivada o procedente de
cadáver", agrega el experto.
En el caso de Pedro se realizó una intervención previa, debido a su participación
en el ensayo. "Le practicamos una liposucción en la zona abdominal
al fin de extraer 100 centímetros cúbicos de grasa. De la misma es de donde
hemos obtenido las células madre mesenquimales para tratar las heridas de los
afectados en este estudio", insiste.
Posteriormente, "seleccionamos dos zonas de la quemadura y aplicamos a
una de ellas las células madres obtenidas de grasa y, en la otra, un suero
salino (placebo), con el fin de comparar la evolución de ambas zonas en el
mismo paciente y establecer si realmente las células madre contribuyen a la
mejor recuperación de la zona afectada", agrega.
Una vez aplicada esta técnica, "seguimos con el tratamiento habitual
que consiste en cubrir las quemaduras con el injerto autólogo (una fina lámina
de piel sana del propio paciente que previamente ha pasado por una malladora lo
que hace que su tamaño aumente hasta 10 veces, con el fin de no producir
heridas grandes al paciente)".
Los expertos suelen hacer frente a las quemaduras con varias técnicas: el autoinjerto
mallado, cultivos de la propia piel de paciente, productos sintéticos e
injertos de piel de cadáver.
"Solemos recurrir al autoinjerto mallado, pero en caso de que
no exista piel suficiente utilizaremos los cultivos de piel. Ambos (autoinjerto
y cultivo) tendrán que cubrirse durante unos días con piel procedente de
cadáver para asegurar el autoinjerto, aunque ésta última finalmente se retira
porque suele rechazarse al cabo de dos o tres semanas".
Para obtener cultivos de piel "se realiza una biopsia al
afectado y se envía al Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias,
ahora ubicado en León. Se trata, de momento, del único centro nacional dedicado
al desarrollo de piel humana a partir de cultivos celulares, donde cada año se
genera entre 500.000 y 600.000 centímetros cuadrados", aclara el
dioreexperto de la Unidad de Grandes Quemados.
Con la biopsia se extraen dos tipos de células: los queratinocitos, que
producen la parta más superficial de la piel (epidermis), y los fibroblastos
que regenan la capa inferior (dermis). Tras su cultivo, en 21 días, se obtiente
piel artificial con dos capas: dermis y epidermis".
Una mejor piel
Pero esta piel, pese a suponer un gran avances, no es ni mucho menos la
solución definitiva. "Se trata de una piel bilaminal, muy frágil, que sólo
tiene dos tipos de células y carece de otros tipos fundamentales que existen en
la piel sana, así como estructuras fundamentales como glándulas sebáceas,
sudoríporas, vasos, folículos pilosos...", comenta el doctor Casares.
Tal vez por ello resulta esperanzador saber que este experto y su equipo
"han logrado crear en el laboratorio una nueva piel bilaminal,
multicelular y que contiene estructuras vasculares. Ahora tenemos que empezar
los ensayos con ratones y si los resultados son los que buscamos daremos el
salto a los estudios con humanos", reconoce Miguel Casares.
A este experto y a su equipo aún les queda tiempo para trabajar en la puesta
en marcha de otro estudio "con células madre pero también con factores
estimulantes de la angiogénesis y del crecimiento celular. Creemos que puede
dar buenos resultados pero habrá que esperar a las conclusiones del
trabajo", apostilla Casares.
Mientras sus estudios avanzan, Pedro Piqué tendrá que seguir con la
rehabilitación durante un tiempo prolongado. "El proceso es largo y duro,
de ahí que los pacientes cuenten con apoyo psicológico si lo desean. Son muchas
intervenciones, muchas curas y muchos días de rehabilitación. La mayoría suele
tener que seguir el tratamiento durante uno o dos años", recalca
Fernández-Cañamaque.
Mi Comentario:
En esta noticia podemos ver los nuevos avances que se están realizando en Ingeniería de tejidos, aquí en el Hospital
Universitario de Getafe de Madrid. Donde está en marcha un ensayo con células
madre y han desarrollado piel humana a partir de cultivos celulares.
“Miguel Casares, responsable del Banco de Tejidos y Coordinador de
Trasplantes del Hospital de Getafe, aclara que en las últimas décadas se han
producido grandes avances que han permitido reducir la mortalidad, hasta en un 60%, de los grandes
quemados.”
Normalmente en estos afectados lo primero que se les hace son injertos de
piel de cadáver para la cicatrización de la herida por la quemadura, esto es
muy importante para su supervivencia y rehabilitación, pero esta cicatriz
genera muchos problemas de retracciones (se encoje el tejido), pérdida de
movilidad o alteraciones estéticas y por esto se busca una manera de regenerar
los tejidos y la piel en vez de sustituirlos.
Se ha podido llevar a cabo este ensayo clínico con células madres gracias
al consentimiento de Pedro Piqué, de 39 años, gracias a él se podrá avanzar en
el tratamiento de las personas con grandes quemados.
En el caso de Pedro se realizó una intervención previa a los injertos, una liposucción en la zona abdominal para
extraer 100 centímetros cúbicos de grasa de donde se obtiene las células madre
mesenquimales para tratar las heridas. Luego seleccionaron dos zonas de la
quemadura y aplicaron a una de ellas las células madres obtenidas de grasa y,
en la otra, un suero salino (placebo), con el fin de comparar la evolución de
ambas zonas en el mismo paciente y establecer si realmente las células madre
contribuyen a la mejor recuperación de la zona afectada. Todavía hay que
esperar los resultados para saber si esta técnica es viable y mejor que la
actual donde muchos de los pacientes sufren graves consecuencias por
infecciones y pueden morir a causa de estas.
“Una vez aplicada esta técnica siguieron con el tratamiento habitual que
consiste en cubrir las quemaduras con el injerto autólogo (una fina lámina de piel
sana del propio paciente que previamente ha pasado por una malladora lo que
hace que su tamaño aumente hasta 10 veces, con el fin de no producir heridas
grandes al paciente).”
El 2º problema que se plantearon son los cultivos de la piel.
“Los expertos suelen hacer frente a
las quemaduras con varias técnicas: el autoinjerto mallado, cultivos de la
propia piel de paciente, productos sintéticos e injertos de piel de cadáver.”
El problema es que se trata de una piel bilaminal, muy frágil, que sólo
tiene dos tipos de células y carece de estructuras muy importantes como
glándulas sebáceas, sudoríporas, vasos, folículos pilosos, etc.
Debido al trabajo de Miguel Casares y su equipo han logrado crear en el laboratorio una nueva piel bilaminal,
multicelular y que contiene estructuras vasculares. “Ahora tenemos que empezar
los ensayos con ratones y si los resultados son los que buscamos daremos el
salto a los estudios con humanos", reconoce Miguel Casares.
Además de este estudio también están trabajando en la puesta en marcha de otro estudio con
células madre pero también con factores estimulantes de la angiogénesis (que es el proceso fisiológico que consiste en la formación de vasos sanguíneos nuevos a partir de los vasos prexistentes) y del
crecimiento celular. Aunque todavía hay esperar a las conclusiones del trabajo,
estos expertos no paran en la carrera para el tratamiento y rehabilitación de
todas las personas que están afectadas por quemaduras graves.
Todavía queda un proceso largo y duro de estos pacientes como Pedro Piqué que
contarán con apoyo psicológico si lo desean, tendrán que seguir con la
rehabilitación durante un tiempo prolongado, son muchas intervenciones, muchas
curas y muchos días de rehabilitación.
Pero estos logros en la medicina son gracias a muchas personas que trabajan
día a día, para conseguir el mejor tratamiento y rehabilitación, y a otras como
Pedro Piqué que se ofrecen voluntarios para que estos ensayos avancen.
FIRMA: Jennifer García Arocha
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