domingo, 29 de abril de 2012


Abandonar los anticoagulantes aumenta el riesgo de ACV en pacientes de arritmia

El riesgo aumenta en pacientes que toman warfarina o rivaroxabán, un fármaco más reciente

 Cuando los pacientes de fibrilación auricular dejan de tomar anticoagulantes, su riesgo de accidente cerebrovascular (ACV) aumenta rápidamente, halla una investigación reciente.
Ese riesgo aumenta a más o menos el mismo nivel ya sea que tomen warfarina o un medicamento más reciente y costoso llamado Xarelto (rivaroxabán).
La fibrilación auricular es una arritmia cardiaca en que las cámaras superiores del corazón tiemblan o palpitan en lugar de contraerse de forma correcta, quintuplicando el riesgo de ACV. Con frecuencia, los pacientes reciben anticoagulantes para protegerse del ACV.
Pero algunas personas tienen que abandonar los anticoagulantes temporalmente antes de una cirugía u otros procedimientos médicos, para prevenir el sangrado excesivo, mientras que otros pacientes dejan de tomar anticoagulantes de forma permanente debido a sus efectos secundarios, señalaron los investigadores.
Los investigadores analizaron datos de un ensayo anterior que incluyó a más de 14,000 pacientes de fibrilación auricular. En ese ensayo, se halló que el rivaroxabán era igual de eficaz que la warfarina en la prevención de ACV y coágulos sanguíneos. Ambos fármacos conllevan un riesgo más o menos igual de provocar sangrado excesivo.
En el nuevo estudio, los investigadores se concentraron en pacientes que habían abandonado los fármacos, ya fuera de forma temporal o permanente. Independientemente de qué fármaco se abandonara, la tasa de accidentes cerebrovasculares y coágulos sanguíneos subió más o menos lo mismo.
Las decisiones de abandonar warfarina o rivaroxabán se deben tomar con cuidado, dado que dejar los fármacos significa que el riesgo elevado de ACV asociado con la fibrilación auricular vuelve, señaló el investigador líder, el Dr. Manesh Patel, profesor asistente de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke.
"Todas las decisiones sobre los anticoagulantes en los pacientes de fibrilación auricular ameritan un análisis del riesgo, y pacientes y médicos deben minimizar los periodos sin cobertura anticoagulante", enfatizó Patel.
El estudio se presentó el miércoles en la Serie de Ciencias Emergentes de la American Heart Association.
La fibrilación auricular afecta a más de 2.3 millones de hombres y mujeres en EE. UU., y da cuenta de más del 15 por ciento de todos los ACV, señaló el Dr. Gregg Fonarow, profesor de cardiología de la Universidad de California, en Los Ángeles. La terapia anticoagulante reduce el riesgo de ACV en 60 a 80 por ciento en los pacientes de fibrilación auricular, apuntó Fonarow.
Pero hay diferencias claves entre el fármaco más antiguo y el más reciente, que incluyen el precio y el nivel de monitorización que se requiere, apuntaron los expertos.
Los pacientes que toman warfarina necesitan que se revisen y ajusten los niveles del fármaco para asegurar que está funcionando y que no aumenta el riesgo de sangrado grave, mientras que los pacientes que toman rivaroxabán no ameritan una vigilancia tan cuidadosa.
"Aunque los anticoagulantes orales más recientes rivaroxabán y dabigatrán (Pradaxa) cuestan aproximadamente 250 dólares al mes en comparación con la warfarina, que apenas cuesta unos cuantos dólares al mes, estos nuevos agentes presentan la ventaja de no requerir extracciones mensuales de sangre y de proveer una anticoagulación más confiable", comentó Fonarow.
Dado que esta investigación aún no se ha publicado, no ha sido sometida al riguroso escrutinio que reciben las investigaciones publicadas en revistas médicas revisadas por profesionales, y por tanto se debe considerar como preliminar.
El estudio fue financiado en parte por Johnson & Johnson y Bayer HealthCare AG, que fabrica el rivaroxabán.

Fdo: Vanessa Corro Isabel

No hay comentarios:

Publicar un comentario