Abandonar los anticoagulantes aumenta el riesgo de ACV en
pacientes de arritmia
El riesgo aumenta en
pacientes que toman warfarina o rivaroxabán, un fármaco más reciente
Cuando los pacientes de fibrilación auricular dejan
de tomar anticoagulantes, su riesgo de accidente cerebrovascular (ACV) aumenta
rápidamente, halla una investigación reciente.
Ese riesgo aumenta a más o menos el mismo
nivel ya sea que tomen warfarina o un medicamento más reciente y costoso
llamado Xarelto (rivaroxabán).
La fibrilación auricular es una arritmia
cardiaca en que las cámaras superiores del corazón tiemblan o palpitan en lugar
de contraerse de forma correcta, quintuplicando el riesgo de ACV. Con
frecuencia, los pacientes reciben anticoagulantes para protegerse del ACV.
Pero algunas personas tienen que abandonar los
anticoagulantes temporalmente antes de una cirugía u otros procedimientos
médicos, para prevenir el sangrado excesivo, mientras que otros pacientes dejan
de tomar anticoagulantes de forma permanente debido a sus efectos secundarios,
señalaron los investigadores.
Los investigadores analizaron datos de un
ensayo anterior que incluyó a más de 14,000 pacientes de fibrilación auricular.
En ese ensayo, se halló que el rivaroxabán era igual de eficaz que la warfarina
en la prevención de ACV y coágulos sanguíneos. Ambos fármacos conllevan un
riesgo más o menos igual de provocar sangrado excesivo.
En el nuevo estudio, los investigadores se
concentraron en pacientes que habían abandonado los fármacos, ya fuera de forma
temporal o permanente. Independientemente de qué fármaco se abandonara, la tasa
de accidentes cerebrovasculares y coágulos sanguíneos subió más o menos lo
mismo.
Las decisiones de abandonar warfarina o
rivaroxabán se deben tomar con cuidado, dado que dejar los fármacos significa
que el riesgo elevado de ACV asociado con la fibrilación auricular vuelve,
señaló el investigador líder, el Dr. Manesh Patel, profesor asistente de
medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke.
"Todas las decisiones sobre los
anticoagulantes en los pacientes de fibrilación auricular ameritan un análisis
del riesgo, y pacientes y médicos deben minimizar los periodos sin cobertura
anticoagulante", enfatizó Patel.
El estudio se presentó el miércoles en la
Serie de Ciencias Emergentes de la American Heart Association.
La fibrilación auricular afecta a más de 2.3
millones de hombres y mujeres en EE. UU., y da cuenta de más del 15 por ciento
de todos los ACV, señaló el Dr. Gregg Fonarow, profesor de cardiología de la
Universidad de California, en Los Ángeles. La terapia anticoagulante reduce el
riesgo de ACV en 60 a 80 por ciento en los pacientes de fibrilación auricular,
apuntó Fonarow.
Pero hay diferencias claves entre el fármaco más
antiguo y el más reciente, que incluyen el precio y el nivel de monitorización
que se requiere, apuntaron los expertos.
Los pacientes que toman warfarina necesitan
que se revisen y ajusten los niveles del fármaco para asegurar que está
funcionando y que no aumenta el riesgo de sangrado grave, mientras que los
pacientes que toman rivaroxabán no ameritan una vigilancia tan cuidadosa.
"Aunque los anticoagulantes orales más
recientes rivaroxabán y dabigatrán (Pradaxa) cuestan aproximadamente 250
dólares al mes en comparación con la warfarina, que apenas cuesta unos cuantos
dólares al mes, estos nuevos agentes presentan la ventaja de no requerir
extracciones mensuales de sangre y de proveer una anticoagulación más
confiable", comentó Fonarow.
Dado que esta investigación aún no se ha
publicado, no ha sido sometida al riguroso escrutinio que reciben las
investigaciones publicadas en revistas médicas revisadas por profesionales, y
por tanto se debe considerar como preliminar.
El estudio fue financiado en parte por Johnson
& Johnson y Bayer HealthCare AG, que fabrica el rivaroxabán.
Fdo: Vanessa Corro Isabel
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