La unidad Innata e Inflamación del IBGM (Instituto de
Biología y Genética Molecular) de Valladolid, España, trabaja desde hace cerca
de ocho años en una línea de investigación centrada en el potencial del ácido
oleanólico, un ácido triterpénico presente en la cutícula y las hojas del
olivo, como principio activo frente a los signos y síntomas de enfermedades con
un importante componente inflamatorio, como la esclerosis múltiple (EM).
Dirigido por la investigadora María Luis Nieto, este
laboratorio ha publicado hace tan sólo unas semanas un importante artículo en
la revista científica ‘British Journal of Pharmacology’ en el que expone los
resultados de un estudio en ratones a los que se inducía la enfermedad. Como
explica la investigadora, esta línea de trabajo surge partir de una
colaboración con la doctora Ruiz-Gutierrez del Instituto de la Grasa y de la
estancia en el IBGM de una profesora brasileña, Juliana Carvalho-Tavares, a
través de una beca de la Agencia Española de Cooperación Internacional (Aecid).
“Esta profesora trabajaba en un modelo experimental de esclerosis múltiple y,
aprovechando su estancia en el laboratorio, quisimos comprobar si éramos
capaces de modular la enfermedad con los compuestos naturales con los que
trabajábamos”, precisa.
La esclerosis múltiple es una patología degenerativa del
sistema nervioso central (SNC). En ella, se produce un daño a la cubierta
protectora que rodea a las neuronas, la mielina, a través de un proceso
inflamatorio. Esto produce en el paciente una disminución e incluso la
detención de los impulsos nerviosos, lo que puede traer como consecuencia una
movilidad reducida e incluso la invalidez en los casos más severos. La
comunidad científica considera que la enfermedad tiene un origen autoinmune, es
decir, que está causada por el sistema inmunitario que ataca erróneamente a las
células y tejidos del propio organismo.
En el trabajo llevado a cabo en el IBGM, se ha utilizado
el mejor modelo animal disponible para estudiar la EM, la encefalomielitis
autoinmune experimental (EAE), una enfermedad desmielinizante inflamatoria del
SNC en roedores que comparte con la EM humana características clínicas,
patogénicas e histopatológicas. El fin último, detalla María Luisa Nieto, es la
búsqueda de nuevos tratamientos frente a la enfermedad.
“Hemos utilizado el tratamiento con ácido oleanólico al
mismo tiempo que se inducía la enfermedad a los animales y también hemos
probado a iniciarlo de manera preventiva, antes de producirse”, señala la
responsable del trabajo, quien añade que incluso se ha estudiado el potencial
tratamiento “una vez que la enfermedad ya había aparecido, para analizar las
distintas situaciones que se pueden producir en la práctica clínica”.
Los investigadores han comprobado que, pese a no bloquear
el desarrollo de la enfermedad, la evolución se produce de una forma más lenta.
“El desarrollo de la enfermedad es sensiblemente más lento en los animales
cuando se les administra el fármaco y, además, conseguimos reducir
significativamente e incluso eliminar en algunos casos todos los procesos
inflamatorios que van asociados a la enfermedad, lo que repercute en la mejoría
de los ratones desde el punto de vista patológico”, señala la investigadora.
Firmado: Yolanda
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