Ahora que llega el buen tiempo es el momento de exponer los cuerpos al sol, con el riesgo que eso conlleva para nuestra piel si no se hace adecuadamente.
el melanoma, que es la forma más mortal y agresiva de cáncer de piel, siempre ha ido vinculado al numero de horas de exposición al sol. Ahora un equipo de científicos estadounidenses ha secuenciado los genomas completos de 25 tumores de melanoma metastásico, lo cual confirma el papel de la exposición crónica al sol y además revela nuevos cambios genéticos de gran importancia en la formacion de tumores.
análisis anteriores se centraban en el estudio de los exomas (parte codificante de los genes), concentrándose en la pequeña fracción del genoma que proporciona el código genético para la producción de proteínas, pero al estudiar los genomas completos se obtiene gran cantidad de información genética que no puede ser estudiada en los exomas, y eso es lo que han tratado de hacer estos científicos.
según Michael F. Berger, autor del estudio, al mirar a través de todo el genoma se puede determinar con mayor precisión la tasa de mutación de fondo y las diferentes clases de mutaciones, y describir con mayor confianza el patrón de radiación ultravioleta o la mutagénesis inducida en el melanoma.
cuando los científicos exploraron los datos de todo el genoma, encontraron que todas las tasas de mutaciones genéticas aumentaban junto con la exposición crónica al sol en los pacientes, lo que confirmaba el papel de los daños del sol en el desarrollo de la enfermedad.
Los científicos detectaron mutaciones de los genes BRAF y ANR en 24 de los 25 tumores, ambos implicados en el envío de señales importantes en el crecimiento celular. Otro gen, el PREX2, se vio alterado en 44% de los pacientes, mutado en una convergencia de alteración genética que parece acelerar el desarrollo del tumor.
experimentos realizados con ratones, demostraron que las mutaciones del PREX2 estimulan el crecimiento del tumor. La conclusión está en que este gen puede estar en una nueva categoría de genes del cáncer mutados que apuntan a por lo menos una vía, y tal vez más, en las que valdría la pena la orientación terapéutica del melanoma.
Víctor Magán
No hay comentarios:
Publicar un comentario