Día Nacional de la Epilepsia 24 de mayo
Tratamientos y nuevas técnicas para controlar la epilepsia
Tengo algo que contarles, yo de pequeña tuve esta enfermedad, desde los 10 años, hasta los 11. Y quiero compartir un poco de lo que yo padecí, la cual hoy en día no padezco.
Pues como les había dicho antes, de repente yo, una niña sana, a los 10 años tuve mi primera convulsión epiléptica, me llevaron a los médicos, me medicaron, y la medicación la verdad no se que tenía por que me estaba haciendo que ganase peso, y no podía dejar de tomarla, porque tendría crisis segura. Pues mi sintomatología no era tan agresiva por así decirlo, en el sentido que, los ataque epilépticos eran muy leves, y algo que siempre me paso, era que me daban a una misma hora, sobre las 7 de la mañana, la verdad que no se como explicar la sensación, pero hasta me daba tiempo de avisarle a mi madre de que, ya me iba a dar una crisis. Pues, nunca me mordí la lengua y nunca la sufrí en publico. También esta enfermedad cuando somos pequeños, da un gran disgusto para los padres, mi madre nunca me dejaba ir a la piscina ni a la playa, por miedo a que convulsionase, y pasase algún día, algún susto o desgracia. Pero todo cambio desde que desarrolle. Al día de hoy continuo bien y muy agradecida, por el destino.
La epilepsia es una enfermedad crónica caracterizada por uno o varios trastornos neurológicos que deja una predisposición en el cerebro para generar convulsiones recurrentes, que suele dar lugar a consecuencias neurobiológicas, cognitivas y psicológicas.
Hay una cirugía que no cura la epilepsia, pero sí puede conseguir mejorar el pronóstico de los pacientes resistentes a tratamientos farmacológicos -lo son del 20 al 30%- y controlar, en algunos de ellos, las crisis propias de esta enfermedad que padecen unas 300.000 personas en España.
Muchas de las personas que no controlan la enfermedad, a pesar de la terapia con fármacos, tienen puesta su esperanza durante el Día Nacional de la Epilepsia, en la cirugía, porque en algunos casos, aunque sea en un porcentaje muy pequeño, pueden dejar de sufrir crisis tras retirarles la medicación inicial que se les prescribió tras la intervención.
No obstante, en general, el paciente que se opera de la cirugía de la epilepsia para controlar las crisis tiene que seguir con medicación porque al retirarla aumentan las posibilidades de recurrencia, sobre todo a largo plazo.
"La cirugía de la epilepsia no es como la del apéndice. A uno le quitan el apéndice y no tiene más apendicitis. En ese sentido, no ha demostrado ser curativa, porque lo sería si al operarle le quitaras la medicación y se mantuviera libre de crisis por periodos prolongados".
Pero la cirugía tiene "un papel muy importante" en estos momentos en determinados casos, en los enfermos de epilepsia lesional, en los que tienen por ejemplo un tumor en una región del cerebro y eso es lo que le está causando el problema.
En otros casos, los de epilépticos que no responden a los fármacos y que no son susceptibles de la cirugía, las vistas están puestas en la estimulación cerebral y en nuevos fármacos, que "atajen el proceso de formación de las crisis porque los tratamientos que existen actualmente tapan los síntomas, pero no van directamente al mecanismo que la genera".
"Tenemos fármacos anticrisis, pero no antiepilépticos.
Y en ello se está investigando intensamente y hay avances: hay epilepsias que tienen un transtorno autoinmune como base y se han encontrado fármacos que frenan este proceso.
Ese es el reto de la epilepsia, hallar fármacos que consigan bloquear el proceso que desemboca en una crisis, que se manifiesta, en los casos más llamativos, con convulsiones y pérdida de la conciencia, pero también con actos repetitivos sin finalidad, alteraciones sensoriales, cambios en el estado de ánimo, confusión o sucesos mentales extraños como alucinaciones.
El doctor José Angel Mauri, coordinador del grupo de estudio de la Epilepsia de la Sociedad Española de Neurología (SEN), estima que cada año se producen en España entre 30 y 50 nuevos casos de epilepsia por cada 100.000 habitantes.
La epilepsia se puede desarrollar a cualquier edad, pero tiene dos 'picos', en la infancia y en la tercera edad.
Las primeras son las llamadas benignas, que están relacionadas con el crecimiento y con la expresión de ciertos genes, y conforme se va avanzando en la edad "dejan de expresarse".Las segundas están vinculadas a otro tipo de problemas más estructurales, como infartos cerebrales, tumores o enfermedades degenerativas como el alzehimer.
Pero hay que dejar de estigmatizar a las que las sufren y para ello, hace falta educación, saber que "son fenómenos puramente biológicos, que nos pueden pasar a cualquiera y que no hay que estar avergonzado por ello".Ante una convulsión, atentos, porque "no hay que meter nada en la boca, tal y como se ve en las películas", hay que conseguir que el afectado llegue al suelo de la forma más segura posible, que no se caiga, ni golpee en la cabeza y después ponerle de lado para que la lengua no se le vaya para atrás e impida las vías respiratorias.
No obstante, en general, el paciente que se opera de la cirugía de la epilepsia para controlar las crisis tiene que seguir con medicación porque al retirarla aumentan las posibilidades de recurrencia, sobre todo a largo plazo.
"La cirugía de la epilepsia no es como la del apéndice. A uno le quitan el apéndice y no tiene más apendicitis. En ese sentido, no ha demostrado ser curativa, porque lo sería si al operarle le quitaras la medicación y se mantuviera libre de crisis por periodos prolongados".
Pero la cirugía tiene "un papel muy importante" en estos momentos en determinados casos, en los enfermos de epilepsia lesional, en los que tienen por ejemplo un tumor en una región del cerebro y eso es lo que le está causando el problema.
En otros casos, los de epilépticos que no responden a los fármacos y que no son susceptibles de la cirugía, las vistas están puestas en la estimulación cerebral y en nuevos fármacos, que "atajen el proceso de formación de las crisis porque los tratamientos que existen actualmente tapan los síntomas, pero no van directamente al mecanismo que la genera".
"Tenemos fármacos anticrisis, pero no antiepilépticos.
Y en ello se está investigando intensamente y hay avances: hay epilepsias que tienen un transtorno autoinmune como base y se han encontrado fármacos que frenan este proceso.
Ese es el reto de la epilepsia, hallar fármacos que consigan bloquear el proceso que desemboca en una crisis, que se manifiesta, en los casos más llamativos, con convulsiones y pérdida de la conciencia, pero también con actos repetitivos sin finalidad, alteraciones sensoriales, cambios en el estado de ánimo, confusión o sucesos mentales extraños como alucinaciones.
El doctor José Angel Mauri, coordinador del grupo de estudio de la Epilepsia de la Sociedad Española de Neurología (SEN), estima que cada año se producen en España entre 30 y 50 nuevos casos de epilepsia por cada 100.000 habitantes.
La epilepsia se puede desarrollar a cualquier edad, pero tiene dos 'picos', en la infancia y en la tercera edad.
Las primeras son las llamadas benignas, que están relacionadas con el crecimiento y con la expresión de ciertos genes, y conforme se va avanzando en la edad "dejan de expresarse".Las segundas están vinculadas a otro tipo de problemas más estructurales, como infartos cerebrales, tumores o enfermedades degenerativas como el alzehimer.
Pero hay que dejar de estigmatizar a las que las sufren y para ello, hace falta educación, saber que "son fenómenos puramente biológicos, que nos pueden pasar a cualquiera y que no hay que estar avergonzado por ello".Ante una convulsión, atentos, porque "no hay que meter nada en la boca, tal y como se ve en las películas", hay que conseguir que el afectado llegue al suelo de la forma más segura posible, que no se caiga, ni golpee en la cabeza y después ponerle de lado para que la lengua no se le vaya para atrás e impida las vías respiratorias.
Publicado por Iris Brea
Hace aproximadamente un mes vivi un ataque de epilexia en el tren yendome a la discoteca y me quede en shock porque yo no habia presenciado nada igual en mi vida, ni siquiera sabia que eso era un ataque de epilexia, en el primer ataque yo no reaccione ni la gente tampoco porque fue algo muy corto, pero al segundo ya reaccionamos y como dice este articulo no le metimos los dedos en la boca, un senor la cogia y la tumbo en de cubito, cogiendole la cabeza, estuvo tumbada unos 5 segundos y la chica se levanto y bajo del tren como si nada. Siempre que me acuerdo de ello me quedo igual.
ResponderEliminarJOSEFINA
Yo tambien he vivido una experiencia parecida un verano en el pueblo, os cuento:
ResponderEliminarestaba en una fiesta de esas de espuma y una chica sufrio un ataque de epilexia que hasta entonces no sabia que era epilepsica y nadie se dio cuenta hasta que la saco un portero de la discoteca desfallecida y no sabia que le habia pasado, al verla le intento meter los dedos en la boca pensado que se ahogaba y la chica le mordio de tal manera que no podia sacar los dedos y el portero gritaba de dolor hasta que alguien metio una cuchara e hizo palanca. Al final llamaron a la ambulancia y se la llevaron.
Maria Lara