Consiste en que tras mantener una relación sexual absolutamente normal, los hombres que padecen este síndrome comienzan a tener síntomas como dolor de cabeza, depresión, sensación de cansancio, capacidad de concentración o de hablar mermadas, etc, es decir, que imposibilita llevar a cabo una vida cotidiana.
Se descubrió en el año 2002 y a día de hoy todavía no se sabe cuales son los mecanismos que desarrollan este síndrome.
Algunas hipótesis apuntan que el origen de este síndrome es psicológico, también se dice que puede ser debido a una alergia al semen e incluso se habla de un problema con base neurobiológica. Pero lo cierto es que habrá que seguir investigando para conocer el porque de este síndrome.
Víctor Magán
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